Había un hombre, feo,con todos los signos de aquellos que llevan una mala vida,al cual muchos incluso rechazaban por su aspecto.Pasaron los días y este ser miserable seguía allí.
Una mañana,de pronto,el hombre empezó a correr y a gritar extasiado por todo el ashram: “Soy una mierda, soy una mierda y me quiere igual”.Así estuvo un buen rato disfrutando de alegría y contagiando su éxtasis devocional.
Una hermosa lección.Ante todo,darnos cuenta que Dios,como tú lo entiendas,no juzga y cuando nosotr@s juzgamos nos alejamos de la divinidad.las personas, con toda su fealdad interior y exterior,fue acunado en los brazos de la Suprema Conciencia y transformado.
Otro punto importante es reconocer donde estamos. El viaje espiritual no pasa por ser buen@s,empieza cuando reconocemos nuestra condición.¿Eres una mierda? ¡Felicitaciones por reconocerte! ¿Envidios@? ¿Lujurios@? ¿Puro amor? Seas lo que seas, felicitaciones,estás en camino.
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